Lugar: Instituto Green Hill, Green Hill, Mobius
Ya ha pasado un año desde que la ''princesa'' nos ha reclutado a mis amigos y a mí al Servicio Secreto de la Realeza. Realmente, no hemos hecho nada del todo, ¿y cómo íbamos a hacerlo? desde hace un año no ha pasado absolutamente nada en este lugar, más que ferias y la celebración de hoy; ''1 año de Paz en Mobius''. Oh sí, lo olvidé. Cuando mi hermano y su equipo fueron a la base de Eggman para el golpe final, él y Eggman se enfrentaron cuerpo a cuerpo, y al parecer cayó a la lava. Como había sucedido esto antes, las autoridades buscaron rastros de Eggman tanto en su base como en la orilla de la lava. Nada. Sólo una carta que explicaba que el mismo había decidido morir porque sabía que aunque dijera que ya no haría nada en contra de Mobius, lo matarían de todos modos. Por lo tanto, desde ese día se le dio por muerto. Y para mí, este o no este vivo, mientras no cause estragos en el planeta esta bien.
Como nuestro Instituto es completamente fiel a la ''princesa'', seremos la sede del festival de la Paz en Green Hill, el lugar que alguien podría llamar la Capital de Mobius, ya que aquí es el único país que los Humanos no tocaron, y por lo tanto tenemos todos los recursos intactos, sobre todo porque al parecer apareció de la nada. Y hoy es el último día de escuela, razón por la cual la mayoría esta loco, y para ser sincera me daba flojera ayudar, así que fui a mi escondite de siempre; la sala de música. Corrí rápidamente hasta allí y abrí la puerta. Me encontré al mismo de siempre. Acostado en una de las bancas, leyendo.
Imagen hecho por Projet |
-Kotomi: Walker.
-Bryce: Speed. -cierra su libro y se incorpora-
-Kotomi: A lo que veo tú también tienes pocas ganas de ayudar a este tonto festival.
-Bryce: Tú sabes que no es del todo por flojera, y tú razón también es esa.
-Kotomi: Lo sé, pero con ''esa'' persona gobernando no podemos decir lo que queramos libremente, así que mejor hay que quedarnos en silencio.
-Bryce: Es lo único que podemos hacer, ¿no?
-Kotomi: Supongo.
Shawn Bryce Walker, 14 años, nacido el 28 de octubre de 3322, gato. Se podría decir que nuestra relación es de ''Te dejo estar en mi guarida, sólo déjame dormir'', algo así como un mutualismo. Él me enseña a tocar violín, yo le enseño piano. Él me da la carne de su desayuno, yo le doy las verduras. Es algo difícil entablar una amistad con él, o por lo menos lograr que te hable. A pesar de eso, ''de 10 chicas en la escuela, 7 han estado enamoradas de él, y las otras 3 lo niegan'', eso es lo que dice el periódico escolar cuando hablan de él. Yo no estoy enamorada de él, la verdad nunca lo he estado de alguien, pero...bueno, viéndolo desde el punto de vista de una chica normal, él es ''perfecto'': Inteligente, bueno en los deportes, músico, todo un caballero, servicial, bla bla bla. Y viéndolo desde un punto de vista mío, él es: Un presumido, un flojo, un grosero, antipático, idiota, un pervertido...bueno, si sigo, arruinaré por completo su imagen. Eso sí, no niego que tiene su belleza.
-Bryce: ¿Traes audífonos? Necesito escuchar música.
-Kotomi: Los perdí.
-Bryce: -sarcástico- Qué raro, tú nunca pierdes nada, Speed.
-Kotomi: Tch, no tiene nada de malo estar en la nubes, y tú tampoco tienes buena memoria. Si la tuvieras, no me estarías pidiendo audífonos.
-Bryce: Entonces el Transtorno Speed de la Memoria es contagioso, me pregunto si habrá cura~
-Kotomi: ¡Tú--!
-Bryce: -sonríe- Vamos, sabes que mi actividad favorita después de todo lo relacionado con la música y descansar es molestarte~
-Kotomi: Como sea, voy a tocar piano, tengo que practicar.
-Bryce: Me conformo con eso.
-Kotomi: No tocaré para tu disfrute, idiota.
-Bryce: Pero tocas bien~
-Kotomi: ¿Cuántos años tienes?
-Bryce: 14 años, ¿por qué?
-Kotomi: Deberías madurar ya.
-Bryce: Pero ya maduré.
-Kotomi: ¡Demuéstralo!
-Bryce: ¿Sabes? Hay un dicho que dice; ''No exijas a los demás cumplir algo que tú no cumples''.
-Kotomi: Nunca lo he escuchado.
-Bryce: Pues escribelo por ahí, te servirá.
-Kotomi: Espera...-analiza el dicho- ¿Insinuas que soy inmadura?
-Bryce: No lo insinuo, eres.
-Kotomi: Se me quitaron las ganas de tocar, voy a leer a un lugar más tranquilo. -se acerca a la puerta- Adiós.
-Bryce: -se acerca por detrás a Kotomi y la acorrala- ¿Me dejarás triste y solitario aquí? Eres cruel, Speed.
-Kotomi: Estás demasiado cerca. -lo aparta- Esta bien, me quedaré. Pero al primer ruido, primer cosa pervertida que intentes hacer, primer burla, me largo por la ventana.
-Bryce: Pero no has perfeccionado la levitación, podrías caer...
-Kotomi: -mirada molesta-
-Bryce: Ok, ya.
Olvidé mencionarlo. También es poco maduro. Y bueno, yo tampoco lo soy pero, más que él seguramente sí, aunque él tiene la extraña capacidad de portarse completamente maduro en frente de las personas, excepto de mí, es demasiado raro. Tomé mi libro de la mochila y empecé a leer. El nombre del libro es Dellirium, muy bueno, la verdad.
-Bryce: Dellirium...¿eh? Creo que Lena al principio se parece a ti.
-Kotomi: ¿En qué?
-Bryce: Bueno, piensan que los sentimientos son para las personas débiles, no muestran lo que sienten en realidad, algo así como tú.
-Kotomi: Creo que tal vez tengas razón...
-Bryce: Pero, -se levanta y se acerca a la ventana- siempre hay alguien que puede leer perfectamente sus sentimientos.
-Kotomi: Yo siento que tú te pareces en algo a Kitami Shigure de Watashi ni xx Shinasai.
-Bryce: Es un manga shoujo, no lo conozco.
-Kotomi: Bueno...él es más o menos como tú, y creo que como yo. Oculta sus sentimientos verdaderos a través de una sonrisa para no salir lastimado. Así somos nosotros.
-Bryce: Entonces si me conoces bien, Speed. -saca su celular y ve la hora- Bien, a esta hora ya todos se van a sus dormitorios a empacar y regresar a su casa, sólo que al parecer muchos se quedan aquí.
-Kotomi: ¿Tú estás emancipado, no?
-Bryce: Sí, pero a pesar de eso prefiero mil veces mi hogar que este calabozo, así que...Vivimos cerca el uno del otro, y como te conozco sé que te podrías perder.
-Kotomi: Sí Bellatrix no me secuestra, probablemente tengas el honor de ir conmigo.
-Bryce: Eso espero.
-Kotomi: O si mi hermano no decidió quedarse estas vacaciones en casa.
-Bryce: Tú hermano me odia, lo sé, es injusto.
-Kotomi: ¿Injusto? Le dijiste que eras mi novio, imbécil.
-Bryce: Era mi venganza~
Salí de la sala de música y fui hacia mi habitación, no estaba muy lejos. Saqué mis llaves del bolsillo de mi pantalón y abrí la puerta. Empaqué todo lo que había allí, pero mi maleta estaba más gorda que cuando llegué aquí, más o menos como cuando vas a un viaje y necesitas otra maleta para los regalos, cosas que compraste, etc. En el tocador, tenía una pequeña caja en la que tenía guardada una foto de esa persona. Saya. Murió en nuestra primera misión, y al parecer era una ''Mobiana cambiante''. Ese mito se inventó hace ya aproximadamente 2 años, era tonto. Se supone que algunos de nuestra especie nos traicionaron e hicieron una sub-especie en la que los mobianos podían cambiar su forma a una humana y viceversa. Lo que pensé al oír eso fue que los creadores de ese mito seguramente eran fans de Shingeki no Kyojin. Al salir de mis pensamientos, me di cuenta de que había un sobre perfectamente doblado encima del tocador. Abrí el sobre para ver su contenido.
-''Terraza del Primer Edificio a las 5:00 p.m., Gwyneth Vallière''.
¿Gwyneth Vallière? Ah, sí, ya la recordé. Es una chica que al parecer atrasaron de año, y al parecer es alguien cercana a Walker, sólo que él es algo hostil hacia ella. Nunca le he preguntado porque esa fue nuestra regla principal, yo no lo pregunto de su pasado, el no me pregunta del mío. Le mandé un mensaje a Walker diciéndole que me iré más tarde, que podía irse si quería. Terminé de empacar, cerré mi puerta y fui a la Terraza.
-Gwyneth: A pesar de estar en la misma clase nunca hemos hablado, así que te preguntarás porqué yo te estoy pidiendo que vengas aquí.
-Kotomi: Cualquiera se lo preguntaría.
-Gwyneth: Bueno, es porqué necesito alguien con quien llorar en este momento.
-Kotomi: ¿Eh? ¿Por qué? (Y sobre todo, ¿¡Por qué yo!?)
-Gwyneth: Él volvió.
-Kotomi: ¿Quién?
-Gwyneth: El hermano de Bryce, el responsable de que todos me odien.
Continuará...